SOCIEDAD Y
DESIGUALDADES
AÑO II | NÚMERO 3
NOVIEMBRE 2025
ABRIL 2026
ISSN 3072-7111
INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES EN CONTEXTOS DE DESIGUALDADES (IESCODE)
Reseña de Impensar las clases sociales: un análisis diacrónico y relacional de las desigualdades sociales en Argentina (2003-2019), de Leticia Muñiz Terra (coord.) José Agustín Veglia
FHCE-UNLP/CIMeCS-IdIHCS/CONICET, Argentina
agujoset@gmail.com / 0009-0009-9027-0840

Recibido: 4 de abril de 2025. Aceptado: 21 de julio de 2025.
Impensar las clases sociales Review of Rethinking social classes. A diachronic and relational analysis of social inequalities in Argentina (2003-2019), by Leticia Muñiz Terra
Reseña bibliográfica: Muñiz Terra, L. (coord.) (2024).Impensar las clases sociales: un análisis diacrónico y relacional de las desigualdades sociales en Argentina (2003-2019). La Plata: Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Ensenada: IdIHCS. Recuperado de https://doi.org/10.24215/978-950-34-2371-4

Las desigualdades sociales han sido objeto de estudio sociológico desde la fundación de la sociología como disciplina científica; siendo, en la actualidad, un campo ampliamente abordado por una diversidad de teorías y estudios científicos. Con el devenir del tiempo, las sociedades se ven influidas por cambios, mutaciones y transformaciones que influyen en la distribución normal de oportunidades, capacidades y capitales entre grupos sociales, llevando a los cientistas sociales a buscar nuevas formas de pensar la desigualdad social. Sin embargo, el contexto sociopolítico y económico actual, caracterizado por la globalización creciente y un neoliberalismo devenido en doctrina moral y económica hegemónica, ha planteado la necesidad de reinventar los modos en que se piensa la desigualdad entre grupos humanos. Frente a escenarios complejos que demandan respuestas más sofisticadas, Impensar las clases sociales emerge como un aporte novedoso que propone una perspectiva distinta y poco explorada para abordar el estudio de las desigualdades entre clases sociales. En particular, resalta por adoptar una concepción plural de la desigualdad (en vista de que existen múltiples facetas de las desigualdades), susceptible de ser analizada de forma interescalar (escalas macro, meso y microsociales), multidimensional y diacrónica, a partir del abordaje de las trayectorias sociales desde una perspectiva biográfica. En la medida en que las desigualdades sociales son concebidas como configuraciones específicas que nacen a la luz de articulaciones y tensiones entre escalas y dimensiones que se desarrollan procesualmente, la obra logra subrayar la naturaleza dinámica e incierta en que se despliegan y edifican las trayectorias de distintas clases sociales. Desde el punto de vista metodológico, la obra es el resultado de una investigación cualitativa en la que se llevaron adelante 92 entrevistas biográficas a varones y mujeres de la clase trabajadora, intermedia y de servicio –conforme la clasificación que adoptan de Erikson, Goldthorpe y Portocarero (1979)– del área del Gran La Plata, orientadas a captar las interpretaciones y reflexiones que los agentes realizan de sus propias trayectorias laborales y educativas. Asimismo, la selección de las unidades de análisis fue realizada en el marco de un muestreo intencional interesado en garantizar la heterogeneidad de la muestra, y su tamaño fue definido por el criterio de saturación teórica. Finalmente, el área geográfica de estudio resulta relevante en la medida que presenta indicadores laborales similares a los nacionales y a los de los principales aglomerados urbanos del país. Visto que el abordaje de la tensión agencia-estructura constituye uno de los pilares fundamentales de la obra, se observa un interés particular de los autores por abordar la problemática mediante el despliegue de un análisis socioestructural muy sugerente que logra evidenciar la manera en que la articulación de los condicionamientos macrosociales (contexto), mesosociales (políticas institucionales) y microsociales (decisiones y acciones subjetivas) dan lugar a la constitución de trayectorias desiguales. Conforme el acoplamiento multiescalar se despliega temporalmente, el análisis diacrónico de las trayectorias educativas y laborales de cada clase social permite reconstruir procesualmente la percepción y el modo en que cada agregado social vivencia y experimenta la desigualdad social en las distintas dimensiones que constituyen la vida social. En este sentido, la riqueza del enfoque biográfico –que, en rigor, define a la obra–, reside en su capacidad para recuperar la reflexividad crítica de los agentes –frente a concepciones más mecanicistas de la reproducción social– y cómo esta incide en los procesos de reproducción y movilidad social. Frente a un abordaje metodológico especialmente preocupado por recuperar la reflexividad de los agentes, se erige la necesidad de elaborar un marco teórico-conceptual que comprenda, por un lado, la diversidad de dimensiones que constituyen a las desigualdades, y, por el otro, la experiencia individual de la subjetividad. Así visto, un acierto notable de la obra es recurrir a la tradición bourdiana (2012) para ampliar la noción de la desigualdad y capital más allá de lo estrictamente económico –incorporando al análisis otras especies de capitales, como el cultural, social y simbólico–; y la recuperación de los trabajos de François Dubet (2014) para dimensionar la vivencia subjetiva de la desigualdad. Así visto, la perspectiva teórica de la obra es doblemente enriquecedora en vista de que esquiva cualquier intento de reduccionismo económico y permite, paralelamente, estudiar las desigualdades como procesos diferenciales y críticamente vivenciados, experimentados y resignificados subjetivamente por los actores. Así pues, y en líneas generales, la obra puede dividirse en dos grandes partes. La primera, compuesta por los tres primeros capítulos, ofrece un abanico de conceptos, descripciones y definiciones sobre las desigualdades de clase en general, y el caso argentino-platense en particular, que servirán de sustrato teórico y conceptual para el desarrollo de los capítulos posteriores que versan sobre emergentes de la investigación y nodos temáticos particulares. La riqueza de esta segunda parte, en definitiva, descansa en la puesta en relieve de distintas aristas de las desigualdades (económicas, pero también sociales, educativas y culturales) que son imperceptibles bajo la lupa de las investigaciones cuantitativas tradicionales, y que solamente devienen comprehensibles cuando se adopta una mirada relacional y procesual de las trayectorias. La investigación realiza un aporte considerable al enfocar el estudio de las desigualdades en función del entrecruzamiento de las trayectorias educativas y laborales de los agentes, y, paralelamente, por enfatizar la primacía causal que tienen ambas dimensiones en la explicación de los procesos de reproducción y movilidad social. No obstante, la riqueza del estudio descansa en la manera exhaustivamente detallada en la que demuestra que la subjetividad y reflexividad individual juegan un papel explicativo igualmente importante en ambos procesos. Dicho de otra forma, la investigación no se agota en evidenciar que un volumen de determinada especie de capital influye causalmente en el desarrollo de las trayectorias; por el contrario, evidencia también que en el devenir de las trayectorias operan procesos subjetivos, reflexividades críticas –valga decir, la agencia individual propiamente dicha–, que juegan un papel determinante en el modo en que se hace uso de esos capitales y, por tanto, en el derrotero de sus trayectorias vitales. Así visto, el libro acierta al demostrar que frente a los volúmenes de capital social disponibles y los saber-ser y saber-hacer adquiridos, los sujetos llevan adelante una actividad hermenéutica y reflexiva que los conduce a realizar distintos usos de esos capitales y, en consecuencia, a emprender estrategias de movilidad social que no siempre coinciden con las trayectorias típicas de su grupo familiar. Otro hallazgo notable de la investigación es aquel que señala el rol que juegan las representaciones sociales en la reproducción de la desigualdad. A saber, los autores no se limitan a estudiar la heterogeneidad de trayectorias en función del acceso y uso desigual de recursos materiales y simbólicos, sino que evidencian que en los procesos de movilidad social operan mecanismos de distinción y jerarquización social que limitan las estrategias de ascenso social. Entendido de esta manera, la obra demuestra que, en función de los procesos de socialización y en el transcurso de la vida cotidiana, los agentes construyen fronteras simbólicas con las otras clases sociales. Este es un aspecto meritorio de la investigación puesto que complejiza el estudio de las desigualdades sociales al identificar espacios de socialización –sea la escuela, sea el trabajo–, en los que se aprehenden códigos culturales y formas de actuar que son utilizados para delimitar fronteras simbólicas con los demás grupos. En particular, este descubrimiento no se destaca por exhibir la dimensión simbólica de la desigualdad, sino más bien, por demostrar que la esfera de las representaciones influye en la reproducción material de las desigualdades; pues es notorio que aquellos que se identifican con un tipo de estrato social son, en distintas medidas, propensos a prorrogar patrones de consumo que eternizan la posición que ocupan en el tejido social. En línea con el párrafo precedente, la investigación incorpora un análisis fundamental relativo al orden de las representaciones que, particularmente destacable por su actualidad, hace alusión a la imbricación de la lógica neoliberal del emprendedurismo y el trabajo autogestivo al conjunto de las clases sociales. En este sentido, y pese a constituir un rasgo destacable del libro la manera exhaustiva en que los autores explicitan las diferentes formas en que cada clase social experimenta los imperativos neoliberales –desde una forma de vocación y perfeccionamiento del liderazgo para las clases más favorecidas, hasta una vía de escape de la servidumbre para los estratos más pobres–, el aspecto que aporta mayor originalidad al debate de las desigualdades es aquel que remite a la individualización de la experiencia de la desigualdad. Dicho de otra forma, el trabajo no se destacaría, en principio, por describir las diferentes maneras en que se experimenta el trabajo autogestivo, sino más bien, por evidenciar que la desigualdad, a diferencia de antaño, es vivenciada por la totalidad de las clases sociales como un fenómeno estrictamente individual y desprovisto de conexión con el conjunto de la realidad social. Conforme a lo hasta aquí dicho, la percepción de la desigualdad como un fenómeno que responde a la falta de mérito individual antes bien que como producto de relaciones y configuraciones sociales más amplias que exceden la estricta individualidad constituye, en efecto, uno de los rasgos más subrayables del libro. La obra, novedosa y necesaria, reseñada aquí, es un análisis crítico y riguroso que echa luz sobre el complejo entramado de dimensiones y escalas que, procesualmente, configuran derroteros laborales y educativos marcadamente distintos entre clases sociales. En particular, la riqueza de esta producción científica reside en evidenciar que, en contraste con miradas ortodoxas, la desigualdad es un fenómeno plural que se hace presente en todas las dimensiones de la vida social en que transcurren las personas a lo largo de su vida. En especial, es destacable de este trabajo el hecho de mostrar que la reproducción de las desigualdades es un fenómeno que no se agota en la distribución de bienes materiales, sino que, además, se expresa en la desigual distribución de credenciales educativas, en la forma que los agentes se piensan a sí mismos y a los demás, en quienes conocen y a quienes pueden movilizar. En línea con esto, y pensando en investigaciones futuras, podría ser interesante profundizar el estudio de otros tipos de desigualdades y el modo en que son experimentadas reflexivamente por los agentes; en particular, podría ser especialmente enriquecedor profundizar el estudio de las desigualdades geográficas, de raza y, al mismo tiempo, desigualdades laborales al interior de sectores etarios longevos o, también, entre trabajadores autónomos y en relación de dependencia. En definitiva, y como se ha intentado mostrar líneas arriba, Impensar las clases sociales propone entonces un análisis novedoso sobre los procesos de producción, reproducción y transformación de las desigualdades al considerar las trayectorias de sujetos de distintas clases sociales, y poniendo el foco en el aspecto educativo y laboral. En sentido estricto, el aspecto que dota a la obra de mayor originalidad y riqueza analítica es la singularidad de su enfoque, el cual, enriquecido por los aportes de la sociología de Bourdieu (2012) y Dubet (2014), permite superar la dicotomía entre agencia y estructura y evidenciar que las desigualdades sociales no son ni simples consecuencias mecánicas de configuraciones objetivas, ni el resultado de decisiones individuales aisladas del contexto en que se toman. Por el contrario, la capacidad demostrada de su enfoque para capturar la tensión entre ambos cosmos es lo que, en último término, permite a los autores explicar las desigualdades sociales como configuraciones dinámicas, multidimensionales y multicausales que se despliegan multifacéticamente, y que son vivenciadas de distinta manera a lo largo de las trayectorias vitales de las distintas clases sociales. En sociedades como las nuestras, donde la expansión de la lógica neoliberal a todas las esferas de la vida social refuerza las jerarquías sociales y acota el horizonte oportunidades posibles –ya de por sí limitadas por la naturaleza heterogénea de nuestras economías y una matriz desigual estructural–, investigaciones como esta no solo revisten importancia en aras de perfeccionar el conocimiento de procesos de por sí complejos, sino también, porque abren la puerta a pensar novedosas políticas de intervención orientadas a transformar nuestra, aunque desigual, realidad social. Referencias bibliográficas
  • Bourdieu, Pierre (2012). La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. Buenos Aires: Taurus.
  • Dubet, François (2014). ¿Por qué preferimos la desigualdad? (aunque digamos lo contrario). Buenos Aires: Siglo XXI.
  • Erikson, Robert; Goldthorpe, John y Portocarero, Luciano (1979). Intergenerational class mobility in three Western European societies: England, France and Sweden. The British Journal of Sociology, 30(4), 415-441.
  • Muñiz Terra, Leticia (coord.). (2024). Impensar las clases sociales: un análisis diacrónico y relacional de las desigualdades sociales en Argentina (2003-2019). La Plata y Ensenada: Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; IdIHCS. Recuperado de https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.6549/pm.6549.pdf

  • Licencia Creative Commons - Atribución - No Comercial (by-nc)
    Se permite la generación de obras derivadas siempre que no se haga con fines comerciales.
    Tampoco se puede utilizar la obra original con fines comerciales.
    Esta licencia no es una licencia libre. Algunos derechos reservados.