SOCIEDAD Y
DESIGUALDADES
AÑO II | NÚMERO 2
MAYO 2025
OCTUBRE 2025
ISSN 3072-7111
INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES EN CONTEXTOS DE DESIGUALDADES (IESCODE)
Reseña de Migraciones y espacio urbano. Escenarios interculturales en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA, de Carolina Mera (comp.) Brenda Matossian
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - IMHICIHU, Argentina
bmatossian@gmail.com / ORCID: 0000-0002-7920-0480

Gimena Perret
Universidad de Buenos Aires / Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina
gimenaperret@gmail.com / 0000-0002-8958-7201

Recibido: 31 de octubre de 2024. Aceptado: 19 de noviembre de 2024.
Migraciones y espacio urbano. Escenarios interculturales en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA, de Carolina Mera (comp.) Review of Migrations and urban space. Intercultural scenarios in the city of Buenos Aires and the AMBA, by Carolina Mera (comp.)
Reseña bibliográfica: Mera, C. (2024). Migraciones y espacio urbano. Escenarios interculturales en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA. Buenos Aires: CLACSO.

El libro Migraciones y espacio urbano. Escenarios interculturales en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA, compilado por la Dra. Carolina Mera, se propone analizar y reflexionar sobre las migraciones desde el eje de la interculturalidad y su interacción y diálogo con el espacio urbano. Destacamos la centralidad del cruce interculturalidad y espacio urbano para la comprensión del tipo de territorialidad que se fue conformando, en gran medida, por el accionar de diferentes colectivos de migrantes que se asentaron y que con su habitar dejaron huellas y marcas particulares, tanto materiales como simbólicas. El libro, como trabajo colectivo de un grupo de investigadoras/es ya consolidado en el estudio de los procesos migratorios, pone en tensión, debate y reflexiona acerca de las diferentes formas de inserción social de los/as migrantes en el ámbito metropolitano, su presencia en el espacio público, los discursos y narrativas sociales alrededor de la migración y las políticas públicas como modos de intervención estatal en el territorio. Proponiendo y habilitando nuevas preguntas y modos de abordajes para una temática sensible y al mismo tiempo necesaria si queremos construir sociedades más justas, democráticas e inclusivas. En términos generales, este libro también permite reconocer ciertas diferencias entre las heterogeneidades urbanas comprendidas dentro de la metrópolis, mayormente expresadas en la contraposición Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos de la provincia de Buenos Aires que constituyen el Conurbano Bonaerense. En primer lugar, la intensidad de la vida urbana, la densidad y el reconocimiento de los territorios como arenas de disputas y de amplia conflictividad señalan el protagonismo de las áreas centrales desde lo económico y lo ecológico, pero también desde lo cultural e identitario. A su vez, la exposición, la visibilidad de los grupos migrantes y su presencia en el espacio público, junto con la permanencia de asociaciones y su configuración como nodos de redes diaspóricas muestra dispar intensidad y especificidad entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. A su vez, en los discursos sociales y en las políticas públicas se marcan diferencias, algunas más evidentes como la imbricación de distintos niveles de gobierno entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos del Conurbano Bonaerense, que configuran articulaciones y alianzas que muestran notables polarizaciones según las distintas coyunturas políticas. En este sentido, este libro muestra cómo la manera en que las identidades son interpretadas y representadas por las políticas culturales hace de las identidades una cuestión ideológica y política. Los debates en torno al merecimiento de la ciudad (recuperando la emblemática obra de Oszlak) también recibe atención en distintos capítulos del libro, donde el acceso a las centralidades se halla restringido para grandes conjuntos sociales, especialmente para los sectores populares; mientras que para turistas, residentes, migrantes, de clases altas, blancas, su acceso no solo se habilita sino que se promueve a través de procesos de reconversión urbana, gentrificación y turistificación. Se dan así las condiciones para exacerbar la mercantilización de la ciudad y, más aún, la turistificación de ciertos paisajes étnicos, especialmente en áreas con valores del suelo altos. Respecto a la dimensión residencial en la incorporación de las personas migrantes, se presentan reflexiones que van más allá de las distribuciones, donde se proponen nuevas formas de pensar los modos de territorialización: tipologías de viviendas, hogares, restaurantes, microespacios; allí distintas porciones del Conurbano Bonaerense configuran una de las formas posibles de cubrir necesidades habitacionales para los grupos migrantes, especialmente para aquellos de sectores populares. De diferentes maneras, cada contribución evidencia y visibiliza que las presencias de migrantes y sus descendientes en los barrios y espacios urbanos de la metrópolis son en sí mismas experiencias interculturales que condensan tensiones y negociaciones respecto a los valores, sentidos y expectativas existentes en el imaginario social. Así, la importancia de considerar la historicidad contenida en los procesos migratorios de los distintos grupos se refleja en el hecho de que llegaron a ciudades distintas según momentos de su devenir y cantidad de redes sociales sostenidas en el tiempo; allí la antigüedad de las migraciones se constituye como un factor a tener presente al considerar las restricciones y problemas a los que se enfrentan en este contexto cada vez más restrictivo. La diversidad migratoria del conjunto metropolitano se evidencia en los distintos capítulos que abordan grupos de origen chino, coreano, japonés, paraguayo, boliviano, peruano, colombiano y senegalés, también venezolano y griego. Gabriela Mera, en su capítulo titulado “La dimensión residencial de la inserción urbana: una mirada cuantitativa sobre territorios, viviendas y hogares migrantes”, analiza la inserción residencial de migrantes, tomando a la Aglomeración Gran Buenos Aires y las características y patrones de distribución espacial, las condiciones sociohabitacionales (tipos de viviendas y condición de tenencia) y los arreglos residenciales (cómo se conforman los hogares, tipos de familias), a partir de los datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. Resulta novedosa su propuesta y de gran valor tanto por la cartografía como por la presentación de pirámides de población que nos permiten comprender el devenir de cada una de ellas desde el presente. El aporte de Carolina Mera “Valoraciones de la diversidad cultural en la Ciudad de Buenos Aires. Reflexiones desde la experiencia urbana de residentes chinos y coreanos”, ofrece una mirada sobre la experiencia de tres comunidades asiáticas en la Ciudad de Buenos Aires, en el contexto de políticas neoliberales implementadas por el gobierno local. Logra mostrar la complejidad del diálogo entre los distintos actores presentes –gobiernos locales y nacionales, asociaciones e instituciones propias de los migrantes y de otros grupos, los medios de comunicación, los actores económicos como las cámaras de comercio, los intermediarios urbanos, etcétera– y cómo este entramado influye en las características de su inscripción territorial y en sus formas de sociabilidad. Por su parte, Romina Delmonte, con su trabajo “Cocinas chinas y coreanas en Buenos Aires. Autenticidad, identidades y dinámicas de valor” abre el mundo de las prácticas culinarias y cocinas china y coreana en la Ciudad de Buenos Aires, como parte de la inserción económica y el habitar urbano de estos grupos migrantes. Destacamos la profundización que la autora hace respecto de la importancia del concepto de cocina: como tradición culinaria y como poderoso símbolo de identidad nacional. Analiza no solo la distribución, sino también el espacio al interior de los comercios, el diseño, la decoración y el menú. Se destaca entonces cómo los restaurantes son también un modo de relacionarse con la ciudad y habitarla. Ubican en el espacio urbano diversas construcciones no solo sobre lo chino y lo coreano, sino también sobre lo exótico, la otredad y el gusto legítimo. Luego, los artículos de Pablo Gavirati Miyashiro y Chie Ishida aportan una mirada de la población de origen japonés desde perspectivas innovadoras y creativas. En “Un espacio nikkei en el eco-sistema-mundo: El Jardín Japonés de Buenos Aires”, Garivati Miyashiro nos introduce en la problemática de la comunidad nikkei argentina y la creación del Jardín Japonés de Buenos Aires. Para esto, aborda las interpelaciones de los Estados de Japón y de Argentina, en un contexto geopolítico cambiante y la trayectoria propia de la comunidad postmigratoria, que llevó a disputas hegemónicas en torno a este territorio, pasible de ser analizado desde la ecología política intercultural. En este capítulo se complejiza al Jardín Japonés como territorio tensionando la relación cultura-naturaleza con la idea de “lo autóctono”. Por su parte, Ishida, en “Subversión de la visibilidad en el espacio urbano: desaparecidos y familiares de origen japonés en Buenos Aires”, analiza en el marco del imaginario hegemónico que concibe a Buenos Aires como una ciudad racialmente construida sobre el eurocentrismo, lo ocurrido en la década de 1970, durante la dictadura cívico-militar, con militantes argentinos de ascendencia japonesa (detenidos-desaparecidos por la última dictadura). En su capítulo se muestra cómo se intentó transformar el propio espacio urbano de clasificación racial, que excluía a determinados grupos de la escena política a través de categorías nacionales propias del discurso racista criollo. El trabajo de Gisele Kleidermacher, “(Re)construcciones identitarias de migrantes senegaleses en Buenos Aires”, da cuenta de los procesos de conformación de identidades que se problematizan más allá de las clásicas y discutidas oposiciones entre asimilación e integración. Esto, para poblaciones altamente racializadas como la senegalesa, resulta un enfoque bien interesante desde el que posicionarse a nivel teórico, metodológico y político. Por su parte, Florencia Jensen, con su capítulo “Migrar para estudiar. La migración educativa de colombianos/as hacia Argentina como estrategia de movilidad social”, involucra las dimensiones de clase y de grupo etario en el análisis de la movilidad internacional de estudiantes universitarios. En el contexto argentino, es una temática que tiende a polarizar opiniones y que da cuenta del imaginario social argentino frente a la diversidad cultural. Marina Lapenda, en “Migrantes peruanas en el AMBA: trayectorias laborales y construcción de anclajes”, trabaja sobre las trayectorias laborales y los anclajes de las migrantes peruanas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, arribadas entre 1989 y 2016. Su trabajo presenta una migración altamente feminizada en la que da cuenta de las condiciones y motivaciones de la migración, las tensiones vinculadas con las tareas de cuidado cuando las que migran son mujeres con hijos que quedan al cuidado de familiares en el país de origen y cómo se van generando procesos de apropiación del espacio y construcción de lugares. El aporte de Brenda Matossian en “Población paraguaya en y dentro de La Matanza: modos de territorialización desde dos escalas” despliega los procesos de territorialización del conjunto migratorio más cuantioso del Conurbano Bonaerense: el de las personas nacidas en Paraguay. Para ello se enfoca en el caso del extenso partido La Matanza; para este estudio de caso toma en consideración no solo la dimensión residencial sino también su articulación con otros elementos como la institucionalidad, la religiosidad y la presencia del idioma guaraní. Muestra de este modo un aporte desde la geografía que pondera la riqueza del diálogo interescalar. Por su parte, Anahí González, en el capítulo “Revisitando el relato del “crisol de razas”: relaciones interculturales actuales en escuelas del Área Metropolitana de Buenos Aires”, pone en tensión las relaciones interculturales que se (re)producen en un ámbito particular como es la escuela. Evidenciando la persistencia de desigualdades (más allá de la universalización del acceso a la educación) y los factores que las generan y reproducen en estudiantes provenientes de familias migrantes. La contribución de Cecilia Melella, con “Fiestas de migrantes en ciudades globales. Tecnología, nostalgia y posibilidad de lo retro”, trae a debate una dimensión central en los procesos migratorios: los modos de ser y estar en el mundo que se van configurando en la sociabilidad que se despliega en el espacio urbano, es decir, las subjetividades, que como sabemos, son también espaciales porque hablamos de sujetos situados en unas coordenadas históricas y geográficas. El capítulo abre la problemática a partir del análisis de las fiestas migrantes y pone a jugar a las tecnologías de la información y comunicación como retroalimentadoras de ciertas prácticas culturales transnacionales. Observando la complejidad del tema al que se aboca el libro, puede resultar paradójico que las poblaciones migrantes sigan formando parte de lo que Carla Carmona denomina la “ciudad elusiva”. Nos parece una noción elocuente que hace referencia a aquello de lo que no se habla, lo que no se nombra, no tanto porque esté ausente del debate al interior de las ciencias sociales, sino porque muchas veces encontramos su desdibujamiento en el diseño y formulación de políticas públicas o planes de desarrollo urbano a nivel de los gobiernos locales/municipales. Se elude una agenda que recupere la problemática de la diversidad sociocultural y que asuma los desafíos de la interculturalidad en el espacio metropolitano. El libro, los capítulos que lo conforman, no eluden el problema, dejan registro de cómo es el habitar, el construir lugar y espacios de pertenencia por parte de los diferentes grupos migratorios con los que trabaja cada autor/a, chinos, coreanos, japoneses, paraguayos, bolivianos, peruanos, colombianos, senegaleses, venezolanos y griegos. También de las tensiones y diferentes disputas que los atraviesan. Por otra parte, y como para ir finalizando esta reseña, en la mayoría de los capítulos del libro se valora la construcción de una mirada de estos procesos migratorios desde la escala barrial y de la vida cotidiana, desde las biografías y trayectorias de los sujetos como condición desde la que poder dar cuenta de las tonalidades de la experiencia, de la diversidad de formas de vida y los particulares modos de expresión cultural en el espacio urbano. Por ello, aunque cada capítulo constituye un aporte acabado en sí mismo, se recomienda enfáticamente la lectura completa de la obra donde distintos hilos de continuidad se entretejen brindando nuevas posibilidades de comprender las intersecciones entre migraciones - interculturalidad - espacio urbano. Hay mucho para pensar y este libro asume el desafío en cada uno de los capítulos. Invitamos a su estimulante lectura, resaltando finalmente que se trata, además, de una obra de acceso libre y abierto, que permite su descarga en el link que se encuentra al inicio de esta reseña.

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